Cuento ganador del concurso literario

Cuento ganador del concurso literario de la feria del libro Infantil-Juvenil 2017 de Capital Federal ,realizado por la alumna Yessica Cañete de 6to Economía de nuestra institución 



 “Yo más bien lo llamaría héroe”


Me encontraba observando por la ventana con la mirada perdida como de costumbre cuando un pedazo de papel y un lápiz llamaron mi atención.
Escribir estas líneas no me resulta fácil ya que no podría encontrar palabra exacta para describir a este hombre del que voy a hablarles ni certeza alguna de que este mensaje les llegaría al corazón de la misma forma en que me llegó a mi esta historia.
Lo conocerán como “El Libertador”, yo más bien lo llamaría héroe. Un respetado militar, teniente coronel, quien llegó a Buenos Aires en 1812, creó un cuerpo de combate con nombre de “granaderos a caballo” y formó parte de la Logia Lautaro cuyo objetivo principal era liberar América Del Sur del poder español. El es un claro ejemplo de que todo aquello que uno se proponga puede ser realizado. Condujo a su cuerpo de combate a la victoria en San Lorenzo en 1813 donde nuestro protagonista casi muere pero es salvado por el tan conocido Sargento Cabral para luego en 1817comenzar con el Cruce de los Andes que dio buenos resultados, pero al mismo tiempo fue duro y difícil.
Es cierto que yo no estuve presente, pero gracias al cielo llegó a mis oídos esta maravillosa historia con final feliz para muchos y muy triste para otros.
“valientes”, esa es la palabra con la que yo describiría a todos y cada uno de esos soldados que acompañaron lealmente a su teniente coronel en esa osadía y estoy segura de que lo hubieran acompañado al mismo infierno de habérselos pedido.
El gran protagonismo se lo llevó él, el General José de San Martín, pero yo creo ellos también merecen un gran aplauso: todos aquellos valientes que no sabemos y no sabremos su nombre pero merecen nuestro eterno respeto y agradecimiento.
El general José de San Martín compartió esta osadía con un gran amigo Pedro Fuentes, quién pasó frío, hambre, principios de hipotermia como cada uno de esos valientes y como nuestro gran Libertador, ellos eran capaces hasta de luchar desnudos y descalzos para lograr ver el país enteramente libre o morir en el intento, de eso no me cabe duda.

Pedro era su gran apoyo en momentos de desesperación y viceversa, teniendo que soportar la gran altura y temperaturas extremas durante casi un mes, que fue lo que duró el cruce. Ambos, con los valientes, derrotaron a los realistas en las batallas de Chacabuco y Maipú lo que en 1818 dio la independencia a Chile, fue ahí donde perdió a su gran amigo, honrado y respetado por el General san Martín y ahora también por mí, y soy conocedora de sus últimas palabras como si hubiera sido a mi misma a quien se las pronunció: “ No hay amor más grande que el de un hombre por la patria amigo mío, ni coraje semejante al tuyo y el de éstos valientes. Te prometo que este acontecimiento nunca será olvidado y tú serás el gran protagonista”.
En memoria de ese gran hombre y de muchos otros valientes inocentes San Martín concluyó la campaña libertadora con la independencia del Perú en 1821, cuando yo tan solo tenía 5 años y no tenía noción de que con cada suspiro que daba podía estar perdiendo a una de las personas más importantes de mi vida.
Esto es a grandes rasgos una historia que llegó a mis oídos por el mismísimo José Francisco de San Martín, que me puso los pelos de punta y me hizo sentir más orgullosa de lo que ya estaba.

A esta altura del relato se preguntaran quien soy, mi nombre es mercedes Tomasa San Martín y Escalada, mejor conocida como “Merceditas”. Y mi gran héroe es mi padre.

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